El otro día cuando entramos a la clase, descubrimos que en nuestra ventanita de las sorpresas había una carta.
Después de la asamblea la Seño nos la leyó y descubrimos que era una carta de Astrono, nuestro astrónomo particular, en la que nos decía que como veía que nos estábamos haciendo mayores nos había traído un regalo muy especial:
¡UN ESTUCHE PARA CADA UNO!
En la carta nos explicaba que cada uno tendría sus pinturas, su lapicero, una goma y un sacapuntas. Estábamos todos muy emocionados. A partir de ahora cada uno tendría que responsabilizarse de cuidar su material. Porque ya nos explicó Laura, que no era un juguete si no que nos iba a servir para organizarnos mejor.
Pasada la emoción, estuvimos viendo el estuche y todas las cosas que en él íbamos a guardar. Para elegirlo, la Seño los metió en una gran bolsa y cuando nos tocaba el turno metíamos en ella la mano y cogíamos uno. A todos nos encantó el que nos tocó.
Una vez que cada uno teníamos nuestro estuche en la mesa, con todas las cosas dentro, estuvimos hablando sobre los encargados de mesas, y llegamos a la conclusión de que los seguíamos necesitando: para mandar silencio, poner los rotuladores, que seguimos compartiendo, y revisar que nuestro equipo este bien.
Os dejamos algunas fotos con los estuches para que veáis nuestra emoción.