No os hemos contado que cuando estuvimos en la exposición de los cabezudos vimos un dibujo del Tragachicos, pero era en vez de chicos se estaba comiendo unas cosas muy raras. Lo primero que nos dijo la Seño es que era el cartel de las fiestas del Pilar de este año, y entre todos estuvimos viendo que colores había, que cosas salían... y hablamos de que cada año sale un cartel diferente que nos anuncia las fiestas.
Al día siguiente en clase la Seño nos lo volvió a enseñar. Pero esta vez estaba dibujado en una especie de cuento finito que resultó ser el programa de las fiestas. En él salían los días de la semana con todas las cosas que podíamos hacer: ir a los cabezudos, a los fuegos artificiales...
Volvimos a hablar del cartel y de lo que se estaba comiendo, que resultó ser unos caramelos típicos de Zaragoza que se llaman ADOQUINES. La Seño nos trajo varios a clase para que los viéramos y tocáramos y descubrimos que eran muy duros. Vimos que su forma era como un rectángulo con dos triángulos con rombos y que en el centro estaba dibujada la Virgen del Pilar. Además vimos que podían ser: azules, naranjas, verdes y rosas. Y que tanto la virgen como las estrellitas que tenían dibujadas eran siempre del mismo color que los dos triángulos.
Después la Seño nos dijo que nos había traído uno a cada uno,pero para niños y por eso eran más pequeños. Desenvolvimos varios y descubrimos que en el envoltorio de fuera por detrás había unas letras. La Seño nos dijo que eran trocitos de jotas y nos leyó alguna que nos hizo mucha gracias.
Por último cada uno pintamos y picamos un superadoquín al que decidimos ponerle un poco de purpurina para que nos quedara más bonito.
Alguno de los que terminamos hicimos cabezudos con plastilina.